En los medios



A rodar mi vida
Por Inés Marquevich, Silvana Palini y Federico Fernández
Revista Güárnin! nº 29
Castelar, provincia de Buenos Aires, junio de 2007

CASI COMO UNA MUECA DEL DESTINO, UNA POLIOMIELITIS DEJO LISIADA A MONICA CHIRIFE A LOS SEIS AÑOS. PERO, EN LUGAR DE DEPRIMIRSE, FILMO SU VIDA JUNTO A SU MARIDO Y LA TRANSFORMO EN UN DOCUMENTAL QUE SE HA PRESENTADO EN FESTIVALES DE TODO EL MUNDO. CUANDO EL ARTE IMITA A LA VIDA.

Mario Piazza y Mónica Chirife están casados hace veintisiete años. Pero además de ser un matrimonio, son director y protagonista respectivamente del documental de reciente estreno “Madres con ruedas”. Una idea que Mario comenzó a pensar seriamente a los doce meses de vivir con su esposa, cuando imaginó filmar cómo eran sus vidas. Lo que no supuso en aquel momento fue que esas grabaciones terminarían siendo parte de un documental que narra la historia de muchas mujeres con la misma ilusión: poder ser mamás a pesar de vivir en una silla de ruedas. La decisión de llevar adelante este proyecto vino acompañada de la alegría más grande de la pareja: el nacimiento de su hija María Victoria en 1990. El film logró convertirse en un canal válido de difusión a través del cual se muestra cómo, a pesar de estar imposibilitada o discapacitada motriz, cualquier mujer puede ser madre. Pero nada es fácil. Mónica tuvo poliomielitis a los seis años y la enfermedad le afectó el sistema nervioso, lo que dejaría secuelas importantes en ella: una importante disminución de la movilidad de sus brazos y piernas. A pesar de que, como afirma, todo le costó “un poquito más”. Así, Mónica logró cumplir todos sus objetivos. Este documental es uno de ellos.

En uno de los testimonios que aparecen en la película alguien dice: "El cuerpo me frena, pero la mente sigue". ¿Qué sensación te produce a vos esta frase?

La frase es de mi amiga Mónica Chazarreta y me pasa lo mismo que a ella. Es el cuerpo el que nos pone límites, pero el deseo de hacer algo continúa.

¿Cuál es tu sensación ahora que ves la película terminada?

Lo más importante es que realmente hay mucha gente que la vio. Se cumplió mi objetivo, que era mostrar parte de nuestras vidas. Pero también tengo la sensación de que hay muchas cosas que quedaron afuera. Se hizo lo que se pudo. Siempre quise mostrar lo que podíamos hacer las personas discapacitadas, pero cuando nació María sentí como una fuerza interna muy fuerte para retratar lo que yo podía hacer y lo que mis amigas en situación de madres podían hacer.

¿Alguna vez alguien te cuestionó por tu decisión?

No. Por lo menos yo no lo escuché.

¿Cuáles fueron tus miedos más grandes?

Cuando quedé embarazada de María Victoria yo venía de dos intentos frustrados. Entonces el temor más grande era que volviera a frustrarse el nuevo embarazo, que no llegara a un buen alumbramiento. Una vez nacida, María tenía bajo peso y yo tenía miedo de que no aumentara. En ese momento mi miedo era que no fuera creciendo como correspondía.

¿Quién te apoyó para seguir adelante?

Mi esposo. Y ciertamente las fuerzas para seguir adelante me las dio María.

¿Querés tener más hijos?

Creo que mis energías están volcadas totalmente a María Victoria. No sé si podría ocuparme de otro hijo. Además mi médico me aconsejó no intentar otro embarazo teniendo en cuenta mis condiciones físicas.

En la película mencionas que te gustaría hacer otro documental acerca de los hijos de discapacitados. Sin embargo, en los testimonios ellos dicen que lo ven como algo normal

Es cierto que en sus primeros años de vida ellos ven a su mamá como algo “normal”. Pero sin duda hay diferencias con respecto a otras mamás desde el punto de vista físico. La educación que les impartimos a nuestros hijos es como la de cualquier otra mamá, pero son niños que han tenido que manejarse con situaciones totalmente diferentes a las de otros chicos. Y esto los lleva a ser fundamentalmente solidarios. Por ejemplo, mi hija María Victoria y otros de los chicos hijos de mis amigas, decían: “Para qué nos van a filmar a nosotros si las protagonistas son ustedes, si el rol de ser madre lo cumplen ustedes”. Y, ciertamente, las protagonistas somos nosotras. Eso marca una diferencia sustancial con respecto a las ganas de ser filmados.

¿Piensan presentar el documental en colegios o festivales?

Desde ya que la estamos enviando a festivales. Ya ha ganado una Mención Especial en el Festival del Uruguay y ha participado fuera de concurso en el Festival de Cine Documental de Barcelona y en el Festival Internacional de Mar del Plata. En junio concursará en el Festival Iberoamericano Cinesul, en Río de Janeiro, y en agosto en el Festival Internacional de Cine sobre Discapacidad “Assim Vivemos”, también en Río. Cuando esté lista la edición en DVD que estamos preparando, podrá circular también por escuelas y otros sitios.

¿Tuvieron algún tipo de ayuda para llevar adelante el proyecto?

Tuvimos apoyo de la Municipalidad, a través del Centro Audiovisual Rosario, antes de terminar la película y cuando la estrenamos. Además nuestro proyecto fue elegido entre doscientos de todo el mundo por parte de la UNESCO para apoyar su producción. La Productora “Cine Ojo” tomó a partir de 2003 la producción de nuestro film y a través de ellos obtuvimos un subsidio del INCAA.

¿Madres con ruedas es, en algún punto, lo que la sociedad no desea ver en su cotidianeidad?

Sí, quizá. A priori no es alegre ver una persona que no puede ni correr, ni subir escaleras, ni caminar. Por lo tanto, la gente no quiere sufrir ese sentimiento de tristeza o lástima por las personas que no pueden hacer esto. Pero ciertamente es por una cuestión de ignorancia, de falta de conocimiento, ya que no conocen como sí podemos reírnos, amar, gozar en todo sentido. Creo que ése es el objetivo, es decir, mi deseo: dar a conocer un poco nuestras vidas. El documental en sí es un fuerte testimonio de una situación y, como digo en la película, creo que es la forma más aproximada de mostrar lo que las personas en situaciones físicas adversas podemos hacer.

Mario Piazza nació en Nueva York en 1956 pero desde los diez meses vive en la ciudad de Rosario. En su historial cuenta con la dirección de cuatro producciones cinematográficas. En una entrevista realizada en el noticiero “Al Oeste”, que se emite de lunes a viernes de 7 a 9 por FM en Tránsito 93.9, Mario habló sobre la película, donde si bien su rol vuelve a ser el de director, su forma de involucrarse es muy distinta. La protagonista del film es nada menos que su esposa y la historia que cuentan es la suya.

¿Cómo nació la idea?

Empecé a filmarnos a Mónica y a mí casi desde que nos casamos, hace veintisiete años. Al principio pensaba hacer un retrato de ella, pero la película fue tomando forma con el desarrollo de nuestras vidas. En el año 1990, cuando nació nuestra hija Victoria, fue mi mujer la que tuvo la idea de hacer una película sobre las mujeres que estaban y están en la misma condición que ella. Otras madres con ruedas.

Si ya es una responsabilidad muy grande ser madre ¿Qué pasa cuando la capacidad de movilidad está disminuida?

Requiere un gran esfuerzo. Yo tengo la idea de que en general la fuerza está dentro de cada uno, y en estos casos se pone de relieve justamente en la forma en que estas mujeres llevan adelante las adversidades que tienen que enfrentar para poder ser madres.

La película ya empezó a circular por festivales. De hecho, el último en el que participó fue el Festival Internacional de Derechos Humanos. Como director, ¿consideras que al film le fue bien?

Nos fue bien, aunque no del todo. En el Festival de Derechos Humanos tuvimos algunas fallas que impidieron la llegada del público. La idea original era que la proyección estuviera dedicada a los alumnos de distintas escuelas, pero hubo inconvenientes con el transporte escolar o algo a nivel burocrático y los chicos no pudieron llegar, así que el público fue gente conocida que yo había invitado. Nos dimos cuenta que no es un tema muy festivalero, pero cada película termina encontrando su camino.

Algunas escenas fueron filmadas en Castelar ¿Qué relación tiene este lugar con sus vidas?

La mayoría de las imágenes son de Rosario, pero hay tomas que están hechas en Castelar porque allí está la fábrica de sillas de ruedas con motor que significó un cambio grande en la vida de Mónica. Por eso fue que decidí filmarla haciendo los primeros movimientos con su silla, que le ha ampliado enormemente la movilidad

¿Cuál es la sensación que te quedó después de hacer este documental?

Para mí fue una forma de reciclar mi propia vida, de hacer algo más, de reciclar las dificultades que impone la vida y sacar algo bueno de lo que no lo es tanto.

¿Piensan hacer más películas?

Mónica dice que le gustaría hacer un documental sobre un artista plástico o sobre los hijos de discapacitados, aunque eso ya viene incluido en “Madres con Ruedas”. Pero la propuesta sería concentrarnos más y hacerlo sobre ellos, porque son unos chicos muy especiales. Igual, estamos abiertos a ver que nos depara el destino.



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